¿Por qué a las plantas carnívoras les gustan los humedales?

Tengo que reconocer que una de las cosas que más me llama la atención de las plantas carnívoras, aparte de su obvia fisiología adaptada a la caza de insectos es su nicho reducido a los humedales.
Me explico, las plantas carnívoras (a excepción de Drosophyllum lusitanicum) a pesar de ser de géneros completamente diferentes (Sarracenia, Dioanea, Drosera, Cephalotus, Pinguicula etc.) comparten algo muy común en todas ellas, el habitat. El habitat de las plantas carnívoras se caracteriza por ser muy pobre en nutrientes y húmedo, por lo que todas se encuentran estrechamente relacionadas en ese aspecto. Para explicar la dependencia de las carnívoras con el agua, os voy a dar estas explicaciones:
  1. Algunos autores de un estudio sugieren que las plantas carnívoras son más indicativas de los suelos húmedos que de suelos con baja fertilidad.Según este estudio los análisis de distribución mostraron que las plantas carnívoras no eran más indicativas de suelos pobres que las plantas no carnívoras (Brewer, J.S. et al 2011). Los resultados, apuntan los investigadores, son consistentes con la idea de que en suelos saturados de agua, la difusión del oxígeno es muy limitada, por lo que no se produce descomposición de algunas sustancias y en consecuencia el suelo se va concentrando y acidificando (por la presencia de sulfuros, taninos y otras sustancias). Además, el poco oxígeno restante es consumido por organismos presentes en el sustrato, quedando un suelo anaeróbico (sin oxígeno) como para satisfacer las necesidades de las raíces profundas. Como resultado, las raíces de las plantas tienen que ser superficiales y mantenerse en las capas de suelo aireado, cerca de la superficie. Al analizar las raíces de las plantas carnívoras vemos que se encuentran muy poco desarrolladas, lo que explicaría por qué son muy intolerantes a la sequía. Debido a que las raíces superficiales tienen una capacidad muy limitada de absorber nutrientes, las plantas carnívoras deben complementar su ingesta con nutrientes derivados de animales.


    Drosera intermedia en el pantano de New Forest (Inglaterra)
    Video aquí: https://www.youtube.com/watch?v=27xraGYcAdc

  2. Otras ideas menos desarrolladas apuntan a que la razón podría ser más simple. La mayoría de las plantas carnívoras dependen del agua en sus trampas, tanto en la producción de encimas y líquido digestivo, como en la secreción de néctar y por lo tanto vivir en zonas inundadas les sirve para compensar las pérdidas por evaporación y fabricación de sustancias derivadas de la carnivoría.


    Sarracenia introducida en un pantano de Suiza

  3. La tercera es una idea mía. Las plantas carnívoras se concentran en zonas húmedas porque en ellas es dónde pueden competir con otras especies y como tal, algunas han evolucionado con pobres sistemas radiculares. Es decir, tienen raíces poco desarrolladas porque viven en zonas húmedas y no al contrario. En otros habitats menos húmedos hay una mayor cantidad de plantas con la que deberían competir y debido al coste de las trampas, no les compensaría. En los humedales, al haber pocos nutrientes y oxígeno, las candidatas a vivir en este ambiente se reducen considerablemente. Por ese motivo, tener un metabolismo preparado para ello (metabolismo resistente al cianuro) les permite competir muy bien y desarrollarse, aunque para ello necesiten de trampas para suplementar su dieta.


    Dionaea comiendo larva de la avispa del rosal (Arge ochropus)

  4. Otra idea que he meditado muchas veces tiene que ver con la fisiología de la fotosíntesis. Las plantas carnívoras tienen una tasa de fotosíntesis baja y respiración alta. Tanto una como la otra tienen implican un consumo continuo de agua. Mi idea es que las plantas carnívoras no pueden permitirse cerrar los estomas y parar la fábrica fotosintética por déficit de agua, ya que al ser carnívoras necesitan tener su metabolismo funcionando continuamente (tanto anabólico construyendo energía como catabólico para capturar y digerir insectos). Para ser competidoras en su habitat necesitan de grandes cantidades de sol o luz, con lo que aumenta la evapotranspiración y por lo tanto su dependencia al agua. 
Como veis, existen numerosas razones que pueden ser válidas para explicar el comportamiento dependiente del agua que muestran estas plantas. De hecho, lo más probable es que no se deba a una sola razón y que todas tengan cierto peso. 

Y por supuesto, es absolutamente fascinante el papel que juega Drosophyllum lusitanicum en este punto,
ya que es la única planta carnívora que vive en brezales mediterraneos secos, un habitat con una marcada estación seca de aproximadamente 3 meses y con temperaturas y radiación muy elevada.


Drosophyllum en el parque natural de los Alcornocales

Puedes saber más sobre Drosophyllum en la entrevista que le hice a Fernando Ojeda, catedrático de botánico de la Universidad de Cádiz, quien lleva estudiando la Drosophyllum desde hace años:




Bibliografia
  • Brewer, J.S, et al., 2011. Carnivory in plants as a benefit trait in wetlands. Aquatic Botany. 94, 62-70