Aunque en España son poco conocidas por su escasa distribución, las turberas son de gran importancia botánica y biológica en general, hídrica y sobretodo como sumidero de carbono. En España se han están haciendo muchos esfuerzos para la protección de estos ecosistemas aunque son pocos los ejemplos de restauración de turberas que han sufrido algún tipo de agresión.
¿Qué es la turba?
La turba es el producto de la degradación lenta y progresiva de material vegetal (normalmente esfagno) en condiciones de escasez de oxígeno, bajas temperaturas y elevada humedad. De esta forma se producen estratos de tejidos vegetales muertos que pueden alcanzar varios metros de espesor al cabo de miles de años. Normalmente las turberas se forman en zonas pobres en nutrientes que se encharcan de forma permanente.
Estado de las turberas
La situación actual de las turberas en el mundo es bastante crítica. En Europa, las turberas ocupan una superfície total de 950.000 Km cuadrados. El 75% se encuentra en los países más septentrionales como Finlandia, Suecia y Noruega. No obstante la degradación de estos espacios avanza de forma alarmante. El Reino Unido ha perdido el 90% de las turberas, Irlanda el 82% (Martínez Cortizas et al.2009a) y Alemania y Suiza más del 50%.
En la actualidad, las causas más importantes que siguen fomentando la degradación de estos ecosistemas son la agricultura, siembra de arándanos (ver Cranberry bog activity), la siembra de palmeras para el aceite de palma en Indonesia (quemando millones de Ha) muy consumido en todo el mundo por grandes marcas, la elaboración de combustibles, creación de carreteras y elaboración de turba para la floricultura y viverismo.
Es en este último punto dónde los aficionados y productores de plantas carnívoras tenemos la responsabilidad de actuar de forma responsable, y buscar alternativas al consumo de turba.
En Carniplant así lo creemos y por este motivo decidimos terminar con la turba que nos queda y buscar otro sustrato alternativo.Pero...¿existe un sustrato adecuado para las plantas carnívoras, libre de turba?
Efectivamente, uno de los más utilizados es la fibra de coco, un desecho comercial que se aprovecha en el viverísmo, muy pobre en nutrientes y pH ligeramente ácido (5,5-6,2). Este sustrato supone la alternativa más importante a la turba, no obstante, tiene el gran inconveniente de tener que lavarse abundantemente antes de usarlo para disolver solutos presentes en el sustrato que pueden subir los ppm has más de 1000, cuando lo que estamos buscando es una concentración de 50ppm.
No obstante, otra alternativa interesante es la viruta de madera, muy económica y que podéis conseguir en cualquier taller de carpintería (siempre y cuando no contenga aceites sintéticos, barnices...). Ya se han hecho pruebas, y estos son los resultados:
Además, existe la vermiculita y la perlita, sustratos inorgánicos que complementan muy bien el sustrato básico para plantas carnívoras.
Así que ya no tenemos excusa, toca cambiar las malas costumbres si queremos colaborar en la conservación de las plantas carnívoras en su hábitat natural y las turberas que las albergan.
¿Qué es la turba?
La turba es el producto de la degradación lenta y progresiva de material vegetal (normalmente esfagno) en condiciones de escasez de oxígeno, bajas temperaturas y elevada humedad. De esta forma se producen estratos de tejidos vegetales muertos que pueden alcanzar varios metros de espesor al cabo de miles de años. Normalmente las turberas se forman en zonas pobres en nutrientes que se encharcan de forma permanente.
Estado de las turberas
La situación actual de las turberas en el mundo es bastante crítica. En Europa, las turberas ocupan una superfície total de 950.000 Km cuadrados. El 75% se encuentra en los países más septentrionales como Finlandia, Suecia y Noruega. No obstante la degradación de estos espacios avanza de forma alarmante. El Reino Unido ha perdido el 90% de las turberas, Irlanda el 82% (Martínez Cortizas et al.2009a) y Alemania y Suiza más del 50%.
En la actualidad, las causas más importantes que siguen fomentando la degradación de estos ecosistemas son la agricultura, siembra de arándanos (ver Cranberry bog activity), la siembra de palmeras para el aceite de palma en Indonesia (quemando millones de Ha) muy consumido en todo el mundo por grandes marcas, la elaboración de combustibles, creación de carreteras y elaboración de turba para la floricultura y viverismo.
Es en este último punto dónde los aficionados y productores de plantas carnívoras tenemos la responsabilidad de actuar de forma responsable, y buscar alternativas al consumo de turba.
En Carniplant así lo creemos y por este motivo decidimos terminar con la turba que nos queda y buscar otro sustrato alternativo.Pero...¿existe un sustrato adecuado para las plantas carnívoras, libre de turba?
Efectivamente, uno de los más utilizados es la fibra de coco, un desecho comercial que se aprovecha en el viverísmo, muy pobre en nutrientes y pH ligeramente ácido (5,5-6,2). Este sustrato supone la alternativa más importante a la turba, no obstante, tiene el gran inconveniente de tener que lavarse abundantemente antes de usarlo para disolver solutos presentes en el sustrato que pueden subir los ppm has más de 1000, cuando lo que estamos buscando es una concentración de 50ppm.
No obstante, otra alternativa interesante es la viruta de madera, muy económica y que podéis conseguir en cualquier taller de carpintería (siempre y cuando no contenga aceites sintéticos, barnices...). Ya se han hecho pruebas, y estos son los resultados:
Además, existe la vermiculita y la perlita, sustratos inorgánicos que complementan muy bien el sustrato básico para plantas carnívoras.
Así que ya no tenemos excusa, toca cambiar las malas costumbres si queremos colaborar en la conservación de las plantas carnívoras en su hábitat natural y las turberas que las albergan.
¿Se podría usas fibra de coco con virutas de madera para una Venus atrapamoscas?
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